Quemaduras solares, qué son y cómo prevenirlas
Una piel dañada por el sol no solo se manifiesta en forma estética. La exposición prolongada a los rayos solares puede ocasionar quemaduras que con el tiempo debilitan esta capa protectora y pueden llegar a desarrollar enfermedades complejas.
Exponerse al sol en forma permanente sin la adecuada protección es una de las principales causas de enfermedades a la piel y es en verano cuando se debe poner mayor atención a su cuidado y protección.
Por eso es importante protegerse de la acción nociva de estos rayos, que si bien son fuente de importantes beneficios como la producción de vitamina D, esencial para el desarrollo de huesos y dientes, o el fortalecimiento del sistema inmune, constituyen también un riesgo que puede provocar desde un envejecimiento prematuro de la piel hasta el desarrollo de célular cancerígenas.
Rayos UV, un enemigo invisible
Del mismo modo que nuestro cuerpo cuenta con una barrera protectora que nos protege del exterior, nuestro planeta posee un escudo que le permite filtrar el paso de los rayos solares, la llamada capa de Ozono, y de ese modo aminorar sus efectos.
En las últimas décadas, producto de múltiples factores, esa barrera se ha ido debilitando, lo que nos obliga a limitar el tiempo y la frecuencia de nuestra exposición al sol y del mismo aumentar las medidas de cuidado y prevención.
Los daños que provoca el sol
Los rayos provenientes de la luz solar, se pueden clasificar en rayos ultravioleta A, B y C. Los UVC no traspasan la atmósfera, por lo que no legan a la piel. Los UVA, sí lo hacen y pueden producir envejecimiento prematuro, mientras que los UVB, que son los que ayudan a la producción de la vitamina D, pueden dañar incluso nuestro ADN.
El eritema solar es el enrojecimiento de la piel ante la exposición prolongada y sin protección a los rayos UVA y UVB. Esta quemadura de las capas superficiales de la piel se manifiesta en forma de ardor y picazón que puede mantenerse por varias horas después de abandonar el sol.
Con el paso de los días es posible la piel entre en una fase de renovación y elimine la piel muerta, pero dependiendo de la intensidad de la quemadura podría acompañarse de pequeñas ampollas y dejar manchas o cicatrices.
Otro efecto de los rayos UVB es el engrosamiento de la epidermis o capa exterior de la piel, mientras que los UVA provocan la pérdida de elasticidad, volviéndola más rígida y propensa a agrietarse. Con una piel más sensible, el daño que se produce es acumulativo, dejándonos expuestos a lesiones cada vez mayores que pueden llevar a la alteración del material genético y la aparición de células cancerígenas.
Factores de riesgo
Las personas de piel clara son más propensas a desarrollar quemaduras en la piel ya que poseen un nivel menor de melanina, protector natural de la piel, a diferencia de las personas de piel más oscura, que pueden retrasar un poco más los efectos.
Las personas que trabajan normalmente en exteriores tienen mayores probabilidades de desarrollar quemaduras de piel. Su exposición frecuente al sol es un factor de alto riesgo para la aparición de melanomas.
Algunos cuidados que nos ayudan a prevenir
Reducir el tiempo de exposición al sol es vital. Si tenemos que realizar actividades en el exterior, idealmente debemos recurrir a espacios de sombra en los que podamos evitar en forma directa los rayos solares.
Cambiar los horarios de paseos, especialmente durante el verano y privilegiar las horas de menor intensidad de los rayos solares.
Usar sombreros y prendas que permitan cubrir especialmente las zonas más sensibles como pecho, cara, cuello o espalda. En el mercado existen prendas hechas con telas que ayudan a bloquear los rayos UV.
Hidratar la piel, tomar abundante líquido y utilizar alguna crema para quemaduras de sol.
Usar protectores solares con factores apropiados para cada tipo de piel.
Aliviando los síntomas
Una crema regeneradora es la mejor opción para tratar nuestra piel luego de un período prolongado de exposición al sol. El gel hidratante Balcann de Annabis está diseñado para recuperar la hidratación y elasticidad perdida por nuestra piel.
Un suave masaje con Balcann ayudará a aliviar las molestias producidas en la piel. Formulado en base a cannabis, Balcann es un gel acuoso de fácil absorción que puede aplicarse directamente sobre la zona dañada y usarse especialmente en pieles rugosas e irritadas, con tendencia a formar grietas.
Si el daño persiste, se recomienda consultar a un dermatólogo que podrá detectar a tiempo una enfermedad de mayor complejidad.
Aprovechar el verano en forma responsable y segura para nuestra piel, depende en gran parte de tomar conciencia y cuidarse en todo momento.
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